Me van a salir canas.

4 noviembre 2009 at 12:21 am (Divagaciones absurdas y ridículas.)

Pues sí, con dieciocho añitos y me van a salir unas canas de aúpa. Porqué? Pues disgustos, disgustos y más disgustos, ver cómo la persona más importante para ti ni se cree que te importe ni es capaz de dejar de ser hermético, es incapaz de hablarte sobre sus sentimientos, su estado físico, y aun así la culpa es íntegramente tuya, porque claro, como no te importa lo que le suceda…bah.

Estoy harta de tanta mierda. Podría decirlo con palabras mucho más dulces, refinadas, apropiadas diría yo. Pero qué va. Me he cansado de utilizar palabras bellas, de colorear todo de rosa para que en vez de una crítica o algo que me ha hecho daño o me ha dolido en una medida importante parezca casi un piropo. Que digo las cosas como las pienso? Sí, y aun así pienso que debería de decirlas mucho más alto y mucho más claras, puesto que parece que ni siquiera diciéndolas como las digo nadie me escucha.

Siento si en algún momento he dicho algo hiriente, siento si en algún momento mi falta de tacto ha sido extrema. Pero lo pienso. Ese es el quid de la cuestión. Lo pienso, es mi perspectiva sobre ese o aquel tema en particular, y como es mi propia perspectiva, como es mi propia idea la que he de comunicar, no voy a callarla. Que porqué? Porque puede salirme una úlcera por dentro, y me basta con tener un principio de la misma debido a mis cuestionables hábitos alimenticios (si algún niño lee esto, que se olvide del ketchup, de la Coca-cola y de fumar en ayunas, de verdad, que no es bueno!!). Dejando de un lado el tema de mi incipiente úlcera, que tampoco creo que sea algo tan importante sobre lo que escribir un texto, volvamos al tema de cómo digo las cosas. Sí, directas. Sí, mal sonantes, pues creo que soy la estudiante de periodismo con peor vocabulario de mi clase, al menos. Sí, en muchas ocasiones hirientes. Pero sabes qué? A veces sólo lo que nos deja una herida es capaz de hacernos reaccionar a tiempo. No voy a dejar que te tuerzas más. No por mí, que yo no saco nada en claro ni nada que me valla a beneficiar directamente a mí misma. No no, lo hago por ti. Porque no te voy a dejar destrozar tu vida a no ser que me eches de ella. Y sí, se que duele leerlo o escucharlo. Pero duele mucho más decirlo, que no te quepa duda de eso.

Que duele lo que pienso? Despierta: la verdad en sí duele.

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